miércoles, 27 de junio de 2007

RELATO DE EL


La veo que entra en el canal. Llevo observándola unos cuantos días. O lo hago el primero o pronto se abalanzarán todos:

-¿Me permite un privado por favor? -espero nervioso

-Esta bien, adelante...

-Gracias Sra


Primer paso cumplido, he conseguido entablar algunas palabras con ella. La conversación no está del todo mal. La verdad es que en los primeros momentos me desenvuelvo mejor escribiendo que hablando...a pesar de ser un medio más impersonal soy capaz de decir cosas que probablemente no diría estando cara a cara con alguien. Puedes mantener una conversación sin sentir que estás siendo juzgado por cada movimiento que haces, cada gesto que pones o cada mirada que lanzas. Sin embargo nunca es lo mismo. Me gusta chatear con mujeres...pero me gusta más una mujer en carne y hueso.


Hablamos mucho rato. Coincidimos varios días en el canal y seguimos charlando...parece que todo va bien.


Superado el vértigo de un posible fracaso me lanzo:

-¿Entonces, cree que es posible quedar un día?-le digo.

Tarda en contestar, lo está analizando, y prevee mis intenciones

-Bueno...mejor que estar perdiendo el tiempo hablando por aquí prefiero perderlo tomando una cerveza.

-jajaja sí...sí claro- (estúpido, ¿sólo se te ocurre reirte?, eso no era un piropo, se ha reido en tu cara pero a ti te da igual...sólo quieres tenerla para ti un rato más).


El restaurante no está mal, se llama "París" y al menos tenemos una mesa apartada. Yo estoy contra la pared y ella está frente a mí saboreando su cerveza. Es más hermosa de lo que me imaginaba y encima ha venido con un conjunto explosivo: minifalda ajustada, medias de red negras, camiseta de tirantes ajustada y zapatos de tacón rojos. Puedo notar como está cruzada de piernas y balancea el pie enfundado por esos zapatos rojos. El tacón es muy fino y largo. No hablamos demasiado, de momento sobre banalidades. Decido llevar la conversación a mi terreno...nunca se sabe y ya no puedo retenerlo por más tiempo:

-Me encantan tus zapatos. Creo que los zapatos de tacón estilizan tremendamente a una mujer y le dan un toque de autoridad muy sensual.

Ella parece sorprendida, no es para menos...seguro que piensa que ya le ha tocado otro maldito pervertido baboso. Antes de contestar da un trago y me mira fijamente:

-¿Te gustan? Tienes buen gusto. Son mis favoritos.


Antes de acabar su frase llega el camarero para servir unas tapas. En ese momento noto como una especie de palo muy duro se clava en mi entrepierna y empieza a apretarme los testículos. Pego un brinco y un ligero gemido y el "palo" ya no está. El camarero me mira extrañado y me pregunta si quiero algo para comer. En ese momento vuelvo a sentir como mis genitales son nuevamente atacados con más fuerza...No estoy soñando, es Ella que me está aplastando el pene y los testículos con el tacón de su zapato favorito. No puedo ni contestar, no tengo aliento ni fuerza, soy una broma de Sansón al que la fuerza le viene por los testículos y que con un solo pie, una mujer ha sido capaz de arrebatarmela. Ella contesta por mi:

-Yo si tengo algo de apetito, ¿puede decirme que tienen en la carta?

El camarero empieza dubitativo a enumerar una serie de platos, lentamente, demasiado lentamente...ese zapato está acabando conmigo, ni siquiera oigo los platos que enumera, sólo puedo pensar en el dolor que me está produciendo la presión...estoy entre el tacón y la pared...acorralado por Ella.

Ella pide, ahora es mi turno, tengo que hablar...

-mmgh...otra cecerrvza...

-¿Perdón?-dice el camarero

-Jaja, perdona que hable como un perro, le gustan mucho los animales- Se mofa.

-Otra...otra cerveza, nada de comer-r, grac...(aprieta más el tacón contra mis testículos)...GRACIAS!-grito.


El camarero ha debido creer que estoy loco, me da igual. Ella parece satisfecha. No puedo dejar de mirarla, me gusta todo de ella: Sus pies, sus piernas, sus pechos, sus labios, sus ojos, su pelo y lo mejor de todo...su sadismo.

Acabamos con todo, pagamos y nos vamos. Cerca de allí hay un sitio que ella conoce dónde dice que podemos estar a gusto. Con una mirada que lo dice todo me hace entender que hoy no dormiré en casa. Salimos y se dirige con paso decidido hacia un aparcamiento. La sigo. Me lleva a un sitio dónde alquilan apartamentos y subimos.

Una vez dentro, me planto en medio sin saber qué hacer. Se me queda mirando:

-¿Qué eres?-me dice

-soy su perro...

-¿Y los perros cómo están?

-...¿a cuatro patas?

-Respuesta no correcta-me contesta-los perros están desnudos. Venga perro, ¿a qué esperas? Quitate la ropa.

-Si claro...

-Vamos a ver...a partir de ahora me vas a llamar Ama. ¿entendido?

-Si Ama...perfectamente

-Bien...me gusta que captes las cosas rápido.


Me desnudo, en cuanto me he quitado la ropa interior mi pene se ha puesto mirando hacia el cielo. Ella sonríe:

-Interesante

-Si, me alegro de que le guste Sra, es pequeño pero matón jajaja

-....¿Y eso quien lo dice?

-...Yo mi Ama...me he precipitado al juzgar su opinión. Lo siento sólo quería hacer una broma.

-Patético-replico ella. Humillate perro

-Le pido disculpas soy un bufón...

-Un bufón hacer gracia, tú das pena y ni siquiera sabes humillarte como es debido. Voy a tener que educarte.


Sin darme tiempo a responder se acerca, me agarra de los huevos y me los estruja. No aguanto el dolor y me doblo. Me ordena que me tumbe en el suelo con las piernas por encima de la cabeza...en esta posición tengo el culo abierto y los genitales expuestos. Me ata las manos a las patas de la cama y las piernas sobre los brazos. Se me queda mirando desde arriba, como una Diosa observando a su creación. Levanta el pie, apunta con su tacón en mi culo y me introduce la punta en el recto. La deja un instante y empieza a meterla cada vez más dentro de mi culo hasta que todo el tacón ha quedado alojado en mi recto y la punta de su zapato me aplasta los huevos. Empieza a subir y bajar el tacón y cada vez que llega al fondo me aplasta los huevos. Al principio me duele a horrores, pero luego me voy acostumbrando y la polla se me empieza a poner dura, ella lo vé y aumenta la velocidad. Cuando me quiero dar cuenta ella ya tiene metida una mano en su entrepierna y se está frotando muy rapido y muy fuerte.

No sé cuanto tiempo ha pasado pero de pronto saca del todo su precioso tacón. Siento como si tuviera el culo vacío...me falta el tacón de mi Dama dentro.

-No te muevas de ahí- me ordena

-No me moveré Sra


Se dirije hacia un mueble que hay en la habitación. Yo mientras sigo boca arriba como un perro esperando una caricia en la barriga. No puedo evitar mirarla y fijarme en sus gluteos tan marcados por la ceñida minifalda. Se gira y se acerca hacia mí con un cordón de bramante. Con él me rodea los testículos como si se tratase de un simple ganado y los aprieta tan fuerte que no puedo evitar retorcerme de dolor. Le suplico que me los afloje un poco pero la única respuesta que obtengo es una toba en los huevos que hacen que se me salten las lágrimas.
Cuando tengo los huevos bien cogidos, ata el extremo de la cuerda al pomo de la puerta...estoy totalmente inmovilizado, como una res en el matadero. Estoy totalmente a merced de mi Señora a la que le he ofrecido mi culo, mi polla, mis testículos y mi cuerpo.

En ese momento se dirije hacia un candelabro que está situado en una mesilla y se apodera de las velas. Enciende una y se acerca con ella a mi:

-¿No te parece bonita?

Puedo notar el calor de la llama en mi cara. Va bajando la vela por todo mi cuerpo, veo como va creando cera y de repente lo inevitable: Un gran pegote de cera se cae justo en mi pecho, sigue bajando y empieza a gotear más y más cera en todo mi cuerpo, a su merced, a su gusto. Lo único que puedo hacer es recibir todo sobre mí y dar las gracias a mi Ama.

Noto a través de su camisa que mi Ama tiene los pezones duros, tengo ganas de chuparlos, tengo ganas de adorar su cuerpo pero no puedo, no puedo mover ni un músculo...a parte de estar inmovilizado no quiero saber que podría pasar si consigo cabrearla.

De repente deja respirar mi cuerpo y cesa de echarme cera por encima:

-Gracias mi Señora-le digo sinceramente

-Aún no he acabo contigo perro, ya verás...

Acto seguido, me abre las nalgas y me introduce la base de la vela en el culo, tan rapido y fuerte que me siento violado como una puta.

-Voy a dejar esa vela ahí puesta en tu culo perro hasta que se consuma toda

-Si...si Sra.


Pasa media hora y la vela no ha llegado ni a la mitad, y además de eso, la cera que va goteando me cae sobre las nalgas y los genitales...Mi señora se planta delante de mí en una silla, observando aquel espectáculo, se desnuda de cintura para abajo y empieza a masturbarse. Esa visión me produce una inmediata erección...quiero poder masturbarme yo también, quiero poder tener esa preciosa vagina para mi y poder follar con ella, pero parece que a ella no le interesa lo más mínimo. Ella ha pasado de frotarse el coño a introducirse dos dedos muy rápidamente mientras se contonea en la silla. De pronto se levanta sin dejar de acariciarse, se pone a horcajadas encima de mi cara mostrándome su gran coño abierto:

-¿Quieres probar de esto perro?

-¡Oh si mi Señora, por favor, se lo súplico!

Entonces baja lentamente, acercando cada vez más su vagina contra mi cara, puedo notar su olor, me embriaga, me marea, me lleva al país de las mil maravillas. Saco la lengua para llegar cuanto antes a aquel sabor y cuando estoy a punto de alcanzarlo Ella se deja caer y abrumándome con todo su ser en mi cara. Se ha sentado encima de mi cara ahogándome con su coño. De pronto lo levanta, me permite respirar y vuelve a ponerme su vagina húmeda en la cara, empieza a restregarla hacia todos los sentidos y mientras lo hace oigo como suelta pequeños gemidos de placer. Yo en los pequeños espacios que tengo de aire trato de coger lo más rápido que puedo oxigeno y chupar a la vez. No quiero perderme nada suyo, la quiero toda. Ella no para de moverse frenéticamente, noto como sus músculos se tensan...creo que se va a correr. En efecto, al cabo de un segundos explota en mi cara llenándome de su corrida. Se restriega en mi cara para limpiarse un poco y se levanta.

-Muy bien perro -me dice orgullosa- te has ganado que apague la vela.
Yo sigo allí, con la vela en el culo y la cara llena de su jugo vaginal, deseando correrme también. Ella se viste, y se acerca hacia la puerta, se gira:

-Volveré en unos minutos, tengo que hacer una llamada-Me dice con indiferencia.

Cuando abre el pomo de la puerta al que está atada la cuerda que sujeta mis testículos, me tira produciendome un fuerte dolor por lo que no puedo evitar chillar. Ella se gira y se me queda mirando con un gesto divertido en la cara. Repite una vez más la operación, abre y cierra la puerta: más tirones y más dolor. Vuelve a hacerlo una vez más y no puedo soportarlo, le pido clemencia lo más humildemente que puedo pero suena como una sucia súplica barata entre lágrimas. Ella me mira.

-Pobre perro, tan indefenso...

-Si...si Sra

Se acerca hacia mi, se agacha, puedo sentir su perfume y me agarra la polla:

-Que sepas que esto no lo hago a menudo perro

Acto seguido empieza a bombear mi polla de arriba abajo, primero lentamente y luego cada vez más rápido

-Ahh ,mi Ama, mi Señora...me voy a correr

De repente cesa el movimiento, se levanta y se dirige hacia la puerta.

-Perro, me voy no tardaré mucho.

-Por favor Ama, no me deje así...volverá Señora...¿verdad?

-Si...y sino, siempre nos quedará París.



Sonrió y se fue por la puerta. Este no era un final de película común...ni mucho menos.



___sypho___

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